Este servicio tiene como objetivo atender especialmente a familias con menores que ya han empezado a experimentar con algunas sustancias o a abusar de unas prácticas conductuales con potencial adictivo (juegos de apuestas, utilización de videojuegos, visionado y/o participación de redes sociales) y que aún no cumplen los criterios para considerarse un trastorno adictivo.